15 de Setiembre
El 2010, la Organización Mundial de las Naciones Unidas declaró el 15 de setiembre como el Día Internacional de la Democracia.
La democracia es una forma de gobierno en el que todos los ciudadanos elegibles participan con igualdad – directamente o a través de representantes elegidos- en la propuesta, en el desarrollo y en la creación de leyes, ejerciendo el poder de gobernación a través del sufragio universal.
Existen diferentes formas de democracia en el mundo, pero hay dos formas básica que hacen referencia al modo cómo todos los ciudadanos elegibles ejercen su voluntad. Una de las formas es la democracia directa, en la que todos los ciudadanos elegibles participan directa y activamente en la toma de decisiones del gobierno. En la mayoría de las democracias modernas, todos los ciudadanos elegibles permanecen con el poder soberano, más el poder político es ejercido indirectamente por medio de representantes elegidos, lo que es llamado como democracia representativa.
Una de las funciones principales de la democracia es la protección de los derechos humanos fundamentales, como la libertad de expresión, de religión, la protección legal y las oportunidades de participación en la vida política, económica y cultural de la sociedad. Los ciudadanos tienen derechos y deberes para participar del sistema político que va asegurar sus derechos y su libertad.
Según Kä Mana, conocido teólogo luterano congolés, en África Es necesario inventar un liderazgo comunitario y llevar a nuestros pueblos a la práctica de un gobierno solidario. Es un sueño que entraña algo más profundo: educar el pueblo para una lideranza comunitaria y para una nueva forma de gobierno, según los principios de responsabilidad reciproca. Para alcanzar este punto son esenciales la circulación de información, la socialización de ideas, la organización de debates y de referendos. Tenemos que poner las bases de este proceso en la educación y la formación de conciencia social. Este objetivo puede ser realizado por la “parte sana” de la sociedad civil. Entonces, es necesario comenzar hoy y no mañana, un compromiso formativo para que surja una Vanguardia que cree una nueva forma de conducir los pueblos y administrar la vida pública. Se tendrán que invertir enormes energías en África, pero ésta es la única esperanza que nos queda