04 de Abril
“El desarrollo es el nuevo nombre de la paz”, son palabras del papa Paulo VI en la encíclica Populorum Progressio, hace más de 40 anos. Estas palabras, siguen teniendo plena vigencia, a pesar del tiempo trascurrido. Cuando Paulo VI se refiere en estos términos a la paz, amplía el contenido de la misma, pues no la limita a la ausencia de conflictos armados, ya sea a nivel nacional o internacional.
En 1987, es decir, 20 años después de la publicación de Populorum Progresio, en su mensaje por el día mundial de la paz, el papa Juan Pablo II, inspirado en dicha encíclica formuló algunas preguntas que nos permiten ahondar en el significado de la palabra desarrollo:
“¿Puede existir la paz cuando hay hombres, mujeres y niños que no pueden vivir según las exigencias de la plena dignidad humana? ¿Puede existir una paz duradera en un mundo donde imperan relaciones -sociales, económicas y políticas- que favorecen a un grupo o país a costa de otro? ¿Puede establecerse una paz genuina sin el reconocimiento efectivo de la sublime verdad de que todos somos iguales en dignidad porque todos hemos sido creados a imagen de Dios, que es nuestro Padre?”
El día 04 de abril se celebra en Angola el “Día Nacional de la Paz y Reconciliación”, en este día se hace memoria del Acuerdo de Paz firmado el año 2002 por los dos partidos políticos más influyentes en aquella época, como son MPLA -Movimiento popular de Liberación de Angola y UNITA -Unión Nacional para la independencia total de Angola.
Angola vivió muchos años de guerra fratricida, una guerra que asoló a gran parte de la población y que ocasionó (y aun quedan secuelas) graves problemas, ya sean personales, familiares o sociales. De ahí, que cuando se firmase el Acuerdo de Paz y se asumiese con responsabilidad el compromiso de llevarla a cabo (pues antes hubo otros muchos intentos que fracasaron), muchos hombres y mujeres de este país se esforzaron por mirar hacia el horizonte y buscar esperanzas que les ayuden a vivir. La historia sufrida, había sido tan dolorosa, que de alguna manera lo que se quería “olvidar” para dedicarse a construir el futuro.
Han pasado 12 años desde que se firmó dicho acuerdo de paz, doce años en los que han cambiado muchas situaciones en el país, y celebramos las conquistas hechas en este plano. Sin embargo, inspirados en las palabras de Paulo VI, que sostiene que “El desarrollo es el nuevo nombre de la paz”, podemos también afirmar, que aún queda mucho camino por andar.
Es verdad que la guerra abierta se ha acabado, pero acaso podemos afirmar con total claridad que todos los angolanos y angolanas viven según las exigencias de la dignidad humana; es verdad que el país en términos económicos ha crecido en los últimos años, pero podemos decir que ese crecimiento afecta positivamente a todas las clases sociales de nuestro país. Estas interrogantes piden ser respondidas con honestidad por cada uno de nosotros. No para juzgarnos, sino para responsabilizarnos solidariamente y trabajar juntos por “una Angola mejor”
Creemos que hacer memoria de este día, lleva a que cada uno y una se comprometa, desde el ámbito que le corresponde, en hacer posible y creíble que la paz y la reconciliación son los caminos adecuados para evaluar y procurar el desarrollo de nuestro país.