Mosaiko| Instituto para la Ciudadanía es un instituto angolano, sin fines de lucro, que pretende contribuir al desarrollo de una cultura de los Derechos Humanos en Angola. Fundado en 1997, por la Orden de los Predicadores (Iglesia católica), fue la primera institución angolana en asumir, explícitamente, como misión la promoción de los Derechos Humanos en Angola.
El instituto Mosaiko, orientado por un fuerte compromiso social, tiene como objetivos el respeto por la dignidad humana y el desarrollo de la sociedad angolana a partir del aporte de todos y de cada uno y una.
La promoción de la dignidad de la persona pasa, por encima de todo, por la erradicación de la ignorancia a través de una conciencia crítica y del fomento de la ciudadanía activa. Por eso, el instituto Mosaiko procura que su trabajo de investigación y reflexión sea difundido, lo más ampliamente posible, de forma accesible a los diferentes públicos, contribuyendo a la formación de una opinión pública fuerte y de una sociedad civil comprometida con el cambio.
Conscientes que las personas son siempre la mayor riqueza de un país, consideramos urgente situar el respeto por la Ciudadanía y los Derechos Humanos como valores fundamentales para el desarrollo sostenible de Angola.
Para ello, Mosaiko asume una perspectiva que no se limita a la “gestión de lo cotidiano”, ni pretende “trabajar para” sino “trabajar con” los diferentes actores de la sociedad angolana, adoptando una estrategia de trabajo que pasa por el diálogo constructivo y por la transformación positiva de las situaciones precarias, comprometiendo así a los diferentes actores sociales
Situado en la periferia de Luanda, en colaboración con diversos Grupos Locales de Derechos Humanos, Mosaiko desarrolla su trabajo en la mayor parte de las provincias de Angola
Una sociedad angolana que promueva la ciudadanía y respete los Derechos Humanos.
Producción y divulgación de una reflexión contextualizada y seria, alimentada por la investigación social y concretizada en acciones de formación que capaciten a los diferentes actores sociales en la construcción de una cultura de los Derechos Humanos en Angola.
Promover una ciudadanía más consciente y activa que contribuya al desarrollo de una cultura de la responsabilidad a través del ejercicio de los derechos y deberes por parte de los diferentes actores sociales.
“Dios llama continuamente a los hombres, de las tinieblas a la luz de la Buena Nueva de Jesucristo. Siempre llamó hombres y mujeres para amarlo y proclamar su Nombre. Santo Domingo de Guzmán escuchó esta llamada en el grito de los hombres y mujeres de su tiempo y les llevó un mensaje de esperanza y liberación. Desde el inicio hubo quienes siguieron el camino inspirado por Santo Domingo. Hoy los Dominicos y Dominicas permanecemos atentos, como Santo Domingo estaba, a las necesidades de nuestro tiempo. (…) Estamos abiertos al mundo, celebrando la bondad de la creación y somos alentados a usar nuestra libertad y desarrollar los dones que Dios nos ofreció”.
(Documento de Boloña, 1983)
La Orden de los Predicadores (Dominicos) fue fundada en el siglo XIII, y desde el inicio se dedicó a la Predicación de la Palabra de Dios y a la Promoción Integral de la Persona Humana. Las dimensiones fundamentales de su carisma-la vida en comunidad, la oración y el estudio continuo y sistemático, tanto de la Palabra de Dios como de las Ciencias Sociales y Humanas- están totalmente orientadas a la predicación y a la promoción de la vida humana. Desde los inicios de la Orden, está vocación es compartida por diferentes grupos- sacerdotes, monjas, religiosos, religiosas y laicos -constituyéndose así la Familia Dominicana que realiza su misión en complementariedad.
A lo largo de su historia, este modo de vivir ha alimentado muchas generaciones a través de un trabajo anónimo; sin embargo, a veces, han destacado algunas iniciativas y figuras representativas. Consideramos, sólo algunos ejemplos: en el siglo XIII la primera Universidad de Paris funciona en el recién fundado Convento de los Dominicos; en el complejo siglo XIV, la laica dominica Catalina de Siena desempeña un papel importante en la política europea, consiguiendo que el Papa regrese a Roma; en el siglo XVI, en el corazón del Nuevo Mundo, Bartolomé de las Casas acoge la predicación anti esclavista de una pequeña comunidad dominica y, ya como dominico, inicia un combate sin treguas en favor de la población nativa; en esa misma época otro dominico, Francisco de Vitoria, enseña en la Universidad de Salamanca, donde siembra las bases de lo que vendrá a ser el Derecho Internacional; más próximo de nuestro tiempo, en pleno siglo XX, el dominico francés Lois-François Lebret (a quien se atribuye la redacción de la encíclica “Populorum Progressio”)- lanza el movimiento “Economía y Humanismo” dedicado a la cooperación y al desarrollo.
Es en este camino transitado durante tantos siglos que, los Dominicos de Angola se inspiran para la creación de Mosaiko|Instituto para la ciudadanía.
Para la concretización de su misión, Mosaiko| Instituto para la ciudadanía cuenta con un equipo multidisciplinar, cualificado, joven, dinámico y con un fuerte compromiso social.
Procurando aprender y mejorar cada día, conjuga diferentes competencias, conocimientos, sueños, sensibilidades y convicciones religiosas… en la construcción plural de una cultura de los Derechos humanos en Angola.
Conozca los rostros de Mosaiko:
- Responsable de manutención
- Coordinadora de los servicios generales
- Director general
- Asesor de grupos locales de Derechos Humanos
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- Técnico media
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- Abogada en prácticas
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- Coordinadora de información y monitorización
- Contable
- Coordinadora del departamento de Justicia y Derechos Humanos