08 DE MARZO
Como cada año, al llegar el 08 de marzo celebramos el día internacional de la mujer trabajadora. Hacer memoria de este día nos lleva en primer lugar a nombrar a todas aquellas mujeres que a lo largo de la historia no han dejado de luchar por que se reconozcan sus derechos. Esta lucha no es fruto de una opción egoísta sino que es reflejo de una convicción profunda y es que “todos los seres humanos somos iguales en dignidad” y que permitir el mínimo cuestionamiento a este valor perjudica a corto o largo plazo a toda la humanidad.
Este día celebramos de manera particular la memoria de aquellas mujeres norteamericanas que en el año de 1857 lucharon para conseguir unas condiciones justas en el trabajo: reducción de la jornada laboral es decir pasar de 16 a 10 horas de trabajo diario, un salario adecuado al trabajo que realizaban. En aquel tiempo a pesar que las mujeres trabajan más horas su salario era inferior a un tercio del salario de los hombres.
Dichas mujeres comprometieron su propia vida en esta lucha, hasta el punto de morir. En 1910, en una Conferencia internacional de mujeres en Dinamarca, fue decidido en homenaje a aquellas mujeres, conmemorar el 08 de marzo como el día internacional de la mujer trabajadora.
Las Naciones Unidas definen los derechos de la mujer como un conjunto de libertades inherentes y reclamadas por las mujeres de todas las edades, etnias y color, en pro de una sociedad sin discriminación. Entre los principales derechos de la mujer destacamos: Derecho a la vida, derecho a la libertad y seguridad personal, derecho a la igualdad y a estar libre de todas las formas de discriminación, derecho a la libertad de pensamiento, derecho a la información y a la educación, derecho a la privacidad, derecho a la salud y la protección de la misma.
Al mirar hacia nuestro país y contemplar en ella a las mujeres trabajadoras nos damos cuenta que nos encontramos frente a un alto número de la población. Son las mujeres que trabajan en casa o fuera de ella, las que muchas veces se convierten en las grandes sostenedoras de la familia.
Podemos hablar de dos tipos de trabajo: primero, el que realizan silenciosa y cotidianamente las mujeres al interior de sus casas, un trabajo que no es remunerado y lo peor de todo a veces es poco valorado. Y otro trabajo, el que realizan tantas otras mujeres, que va desde la venta en las calles hasta las que tienen a su cargo responsabilidades tanto a nivel de las empresas privadas como de las instituciones públicas. Creemos que todas y cada una, contribuye al desarrollo de nuestro país.
Agradecemos la vida de todas las mujeres y unimos nuestra voz a la letra de una canción que viene desde Latinoamérica y que le canta a la mujer en esos términos: “porque eres mujer que me invita a crecer, porque eres coraje, ternura y nacer, quieres patria nueva y trabajas por ser semilla fecunda, nuevo amanecer“.