12 de Agosto
Angola es un país donde la mayor parte de la población es joven. Este dato constituye una riqueza y un desafío en vistas a alcanzar un desarrollo sustentable para todos. Hablar de la juventud angolana, no resulta tarea fácil pues nos encontramos frente a un universo diverso y complejo.
Vamos a intentar aproximarnos a este universo, primero describiremos a modo de flash los diferentes rostros de jóvenes con los que nos encontramos cada día. Segundo, señalaremos los desafíos que los jóvenes nos presentan y a los que tenemos que dar respuesta.
Rostros de la juventud angolana:
-Los estudiantes: constituyen un sector grande de la juventud. Hay una necesidad fuerte de formarse, de obtener títulos. Los estudios se convierten en el medio para conseguir mejores trabajos y con ello mejores remuneraciones. Lamentablemente, en algunos jóvenes, percibimos una confusión grande en torno a los objetivos por los cuales las personas se forman. Algunos de ellos llegan a equiparar estudios y dinero, olvidándose que el primer objetivo de la formación es poder realizar un mejor servicio a las personas, a la comunidad, al país, al mundo.
-Los que asumen responsabilidades familiares: muchos de los jóvenes contraen responsabilidades familiares, no sólo porque deciden formar sus propias familias, sino porque asumen las responsabilidades que corresponden a los padres y madres. No es inusual, ver a jóvenes (a veces adolescentes) como encargados de sus hermanos en las escuelas por ejemplo.
-Los que no tienen empleo o el que tienen es precario: si bien no tenemos datos ciertos, lo que sí sabemos es que muchos jóvenes se encuentran desempleados, los vemos \”pasando el tiempo\” en las calles de nuestros barrios o en las ciudades. Otros tienen trabajos eventuales, se dedican a hacer taxi o son motoristas.
-Los que se dedican a la delincuencia: Los asaltos, las violaciones, las luchas callejeras son también uno de los rostros de los jóvenes. El consumo de alcohol u otras drogas lleva muchas veces a una serie de comportamientos que acaba por destrozar la vida de los mismos jóvenes y de muchas otras personas.
Desafíos:
-Una formación humanista, es decir que en la escuela y en la familia nos esforcemos por ofrecer una formación que humanice a nuestros jóvenes. Una formación que cimente valores como la responsabilidad, la creatividad, el esfuerzo. Una formación que los capacite para hacerse cargo de su propia vida
-Una formación para la ciudadanía, es decir, que formemos a los jóvenes para asumir su papel en la sociedad. Necesitamos jóvenes conscientes de sus derechos y deberes. Jóvenes que tengan la oportunidad de participar en la gestión de lo público.
-Una formación de calidad: Hay que continuar realizando un gran esfuerzo porque la educación académica sea de calidad, que se forme en competencias, que se capacite para desarrollar todas sus capacidades. No podemos consentir una educación pasiva ni memorística.
-Promover empleo digno: este un gran reto, necesitamos promover el empleo juvenil. Tenemos que crear condiciones para el trabajo juvenil. Creemos que es posible, pero requiere mucho esfuerzo y creatividad.
-Crear espacios para la recreación: los jóvenes necesitan canalizar toda la energía que tiene, es importante para ello que cuenten con espacios adecuados para hacer deporte, para descansar. Espacios que les permitan interactuar de manera menos violentas.