03 de Diciembre
El proceso de exclusión de personas con deficiencia es tan antiguo como el propio proceso de socialización, esto es, la inserción del ser humano en la sociedad. El proceso de inserción de las personas con deficiencia estuvo, casi en todos los tiempos y lugares, marcado por formas de exclusión. Pese al dominio de una actitud discriminatoria en el mundo, constatamos divergencia en la atribución a las causas de la deficiencia y en el trato a las personas con deficiencia. Muchas de nuestras culturas tradicionales no aceptan con naturalidad las deficiencias y tienden a ver en ellas obras de brujería.
Con el paso del tiempo y sobre todo, de la ciencia médica, las sociedades fueron abandonando los prejuicios en este campo y, por consiguiente, fueron alterando su lenguaje – deficientes, disminuidos físicos, limitados, para referirse a las personas con necesidades especiales, personas portadoras de deficiencias.
Hoy se adopta la expresión personas con deficiencia, teniendo en cuenta lo dicho por la Convención sobre los Derechos de las Personas con Deficiencia: la deficiencia es un concepto en evolución y ésta resulta de la interacción entre personas con incapacidades y barreras comportamentales y ambientales que impiden su participación plena y efectiva en la sociedad, en condiciones de igualdad con las otras personas. La humanidad llevó mucho tiempo en llegar hasta aquí y para adoptar esta convención fueron necesarios 5 años de trabajo intenso. Angola ratificó la Convención el año 2012, es decir, 10 años después de finalizar el conflicto armado que hizo de Angola uno de los países con el mayor número de personas con deficiencia en todo el mundo.
Todavía, la falta de políticas públicas adecuadas- que se traduce en un sin número de edificios, escuelas, centros de salud sin rampas, calles sin cualquier protección, ausencia de servicios para personas con deficiencia…etc – muestran bien que aun somos un país insensible a la situación de las personas con deficiencia.
Los temas abordados en Mosaiko Inform24 son una invitación a tomar contacto con la Convención sobre los Derechos de las Personas con Deficiencia. Porque sabemos que el conocimiento mueve a la acción, esta edición pretende que cada uno haga propias las palabras de Thais Moraes que la verdadera deficiencia es aquella que atrapa al ser humano por dentro y no solo por fuera, pues hasta los que no pueden andar son libres para volar.