11 de Febrero
Luanda
El mes de febrero, aquí en Angola, comienza el curso escolar. Una vez más observamos como los diferentes actores de la sociedad – en este caso, familias y Estado – aparecen en “escena” y lo hacen cada una con su respectiva responsabilidad.
La Declaración Universal de los Derechos Humanos (DUDH) en su Artículo 26 sostiene que “Toda persona tiene derecho a la educación. La educación debe ser gratuita, al menos en lo concerniente a la instrucción elemental y fundamental. La instrucción elemental será obligatoria. La instrucción técnica y profesional habrá de ser generalizada; el acceso a los estudios superiores será igual para todos, en función de los méritos respectivos“
Así mismo la Constitución de la República de Angola, en su artículo 79 dice “El Estado promueve el acceso de todos los ciudadanos a la instrucción, a la cultura y al deporte, garantizando la participación de los diversos agentes particulares en su realización, en los términos de la ley“.
En relación al objetivo de la educación la DUDH, en el parágrafo 2 del artículo 26 señala que “La educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana y el fortalecimiento del respeto a los derechos humanos y las libertades fundamentales; favorecerá la comprensión, la tolerancia y la amistad entre todas las naciones y todos los grupos étnicos o religiosos, y promoverá el desarrollo de las actividades de las Naciones Unidas para el mantenimiento de la paz“
En la Semana Social de 1999, organizada por Mosaiko| Instituto para la ciudadanía, la hermana Teresa Galiano mdr, dijo que “el objetivo de la Escuela no es sólo el de enseñar o educar sino orientar a los niños, a los adolescentes y a los jóvenes; es decir, formar al Hombre sirviéndose de sus métodos, medios, currículo y programas adaptados a las condiciones socio-culturales de cada pueblo, región, etc.”.
Además comentó que “La escuela tiene que responder a las características de cada época que son diferentes y adaptarse a las necesidades humanas profesionales y sociales de cada una, que tienen que ver con el estilo de vida, ideas y valores de cada pueblo. Lo que importa no son los diplomas sino el Hombre. De ahí la importancia de tener presente estas preguntas ¿Qué hombre se pretende formar? ¿Qué herencia cultural se pretende legar a las futuras generaciones?“
Si bien es cierto que han pasado muchos años desde que estas palabras fueron pronunciadas y que se han producido cambios en Angola; sin embargo, las preguntas que formula, mantienen su frescura porque atañen al núcleo mismo de la Educación.
Los profesores tienen la misión de ayudar al alumno a aprender y desafiar a los niños, adolescentes y jóvenes a tener gusto por aprende. Los alumnos no tienen que olvidar que el error hace parte del proceso de aprendizaje. Normalmente es preciso errar varias veces para acertar. Los resultados de la educación no pueden atender solo al final del proceso, sino tener en cuenta todo lo que en el camino fue aconteciendo.