Ginebra
El día 30 de octubre del presente año, el Estado angolano presentó su informe sobre la situación de los Derechos Humanos en este país. Organizaciones de la sociedad civil enviaron un documento con diez recomendaciones sobre el tema.
Todos los años, el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas promueve, en Ginebra-Suiza, la Revisión Periódica Universal de todos los países miembros de la ONU. Este año, el evento celebra su 20º edición. El pasado 30 de octubre se dio la oportunidad de evaluar la situación de los Derechos Humanos en Angola.
El Grupo de Trabajo de Monitoria de los Derechos Humanos (GTMDH) es una organización que reúne representantes de diversas instituciones, son responsables de elaborar las recomendaciones que serán presentadas al Gobierno angolano.
Fray Julio Candeiro, Director de Mosaiko | Instituto para la Ciudadanía es integrante del grupo y, desde Ginebra habló a DW África que el documento entregado a la ONU contiene diez recomendaciones al Gobierno de su país.
DW África: ¿Por qué el derecho a la participación es uno de los puntos principales del documento presentado?
Julio Gonçalves Candieiro: el espacio de participación democrática en Angola continua muy partidarizado, continua muy confiscado. Es necesario que Angola sea vista como un país de todos y que todos tengan derecho a una verdadera participación.
En la práctica, es decir, un mayor ejercicio para las asociaciones y movimientos – tanto en el ejercicio de derechos humanos como otras formas de organización- porque todavía tenemos algunas organizaciones que o no están legalizadas, o encuentran dificultades para el ejercicio de su actividad.
DW África: En sentido amplio, el acceso a la justicia fue otro aspecto destacado entre las recomendaciones ¿Cuál fue el enfoque?
JGC: garantizar que todos aquellos que son acusados de algún crimen sean verdaderamente juzgados. Y por otro lado, que las personas tengan posibilidades reales para acceder a la justicia. La justicia está muy cara y distante. Todavía tenemos dudas de comprender algunas leyes y algunas sentencias que son promulgadas. Por tanto, la justicia, en este sentido, es una necesidad permanente.
DW África: ¿también ahí entraría la cuestión de la corrupción?
JGC: para nosotros, la corrupción es una cuestión de justicia al titular del poder original, que es el pueblo. Entonces, es necesario que la Justicia angolana comience a tener coraje para abordar cuestiones ligadas a la corrupción, porque todos sabemos que en muchas escuelas se da dinero, en hospitales tienes que pagar al técnico, en la carretera tienes que dar al policía.
Y esto va minando la credibilidad que nuestra sociedad necesita tener, va minando la confianza que se podría establecer, desmotiva a las personas técnicamente capaces. Vamos a hablar por ejemplo, de la cuestión de la justicia común, del derecho a la alimentación. Toda la cuestión de los derechos básicos, para nosotros, pasa también por una cuestión de acceso a la justicia.
DW África: ¿cuál es la importancia de incluir el acceso a la información entre las diez recomendaciones para la mejora de la situación de los derechos humanos en Angola?
JGC: las personas necesitan contar con fuentes alternativas de información para poder participar. Hay mucha gente que no sabe lo que pasa en Cabinda, porque no tienen acceso a la información, porque no se transmite nada ni por la radio ni por la televisión.
Tampoco se sabe lo que pasa en Lunda. La Radio Nacional está ahí, pero no transmite nada. Entonces, es una cuestión que también aparece en las recomendaciones para que el derecho a la información sea verdaderamente respetado.
DW África: siendo presentadas las recomendaciones delante de las autoridades angolanas en el Consejo de Derechos Humanos ¿cuáles son las expectativas desde su punto de vista?
JGC: el proceso de Revisión Periódica Universal es un proceso abierto y honesto. El Estado presenta su informe y las organizaciones, la sociedad civil y otros organismos también presentan los suyos.
Se formularán preguntas sobre el informe presentado por el Estado y los representantes del Estado responderán. Pueden coincidir en algunas cosas, pueden discordar en otras y pueden acoger o rechazar las recomendaciones que le serán hechas.
Nosotros esperamos que los representantes del Estado sean honestos para aceptar los análisis realizados sobre la situación real de los derechos humanos. Es necesario, eso sí, que el Estado esté dispuesto a contemplar a las organizaciones de la sociedad civil como sus colaboradoras y que este proceso nos conduzca a una mejor situación de los derechos humanos y a un país mejor para todos nosotros, esto es lo que todos queremos.
Autora: Cristiane Vieira Teixeira
Edición Antonio Rocha.
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