01 de Diciembre
El informe de ONUSIDA revela que 19 de los 35 millones de personas que viven con el VIH en la actualidad desconocen que son VIH-positivas.
El Informe de déficits y diferencias de ONUSIDA revela que, cuando las personas conocen su estado serológico positivo, solicitan recibir un tratamiento que puede salvarles la vida. En África subsahariana, casi el 90 % de las personas VIH-positivas tienen acceso al tratamiento antirretrovírico (TAR). Además, existen investigaciones que demuestran que en África subsahariana, el 76 % de las personas que reciben TAR ha logrado la supresión vírica, lo que reduce las probabilidades de que transmitan el VIH a sus parejas sexuales.
En 2013, el número de personas con acceso a medicamentos que les permitieron salvar la vida se elevó en otros 2,3 millones. Con este incremento, el número total de personas que recibieron tratamiento antirretrovírico en todo el mundo ascendió a casi 13 millones a finales de 2013. Según escalamientos previos, ONUSIDA calcula que a fecha de julio de 2014, 13 950 296 personas tenían acceso al tratamiento para el VIH.
El informe revela que apenas 15 países suman más del 75 % de los 2,1 millones de nuevas infecciones por el VIH registradas en 2013. En todas las regiones del mundo hay tres o cuatro países que concentran la carga de la epidemia. En África subsahariana, tan solo tres países, Nigeria, Sudáfrica y Uganda, suman el 48 % de todas las infecciones por VIH nuevas.
Sin embargo, el informe también indica que hay países enteros que han sido relegados al olvido. Por ejemplo, seis naciones, República Centroafricana, República Democrática del Congo, Indonesia, Nigeria, Federación Rusa y Sudán del Sur, se enfrentan a la triple amenaza de la carga de VIH más alta, la cobertura de tratamiento más baja y una disminución escasa o nula del número de nuevas infecciones por el VIH.
En África subsahariana, una de cada cuatro infecciones se produce en chicas adolescentes y mujeres jóvenes. En el informe se examinan los motivos por los que determinadas poblaciones no tienen acceso a los servicios de tratamiento de la infección por el VIH y se destaca la necesidad urgente de dar respuesta a sus necesidades particulares.
Se confirma que los países donde se hace caso omiso de la discriminación y se justifican las desigualdades no alcanzarán su máximo potencial y deberán hacer frente a las graves consecuencias en materia de salud pública y económica de la inacción. En el informe se resalta la necesidad de brindar un acceso equitativo a servicios asistenciales de calidad para personas VIH-positivas como una obligación tanto desde el punto de vista de los derechos humanos como de la salud pública.
En el informe se indica que para salvar las diferencias entre las personas que tienen acceso a los servicios de asistencia del VIH y las personas que no lo tienen se necesitarán programas de investigación e innovación combinados con legislaciones protectoras que impulsen la libertad y la igualdad de todas las personas.
Comunicado de Prensa de ONUSIDA, Julio 2014