08 de Setiembre
Según la Conferencia General de la UNESCO de 1978 una persona está funcionalmente alfabetizada cuando ésta se puede implicar en todas las actividades donde la alfabetización es necesaria para el efectivo funcionamiento de su grupo y comunidad y también cuando permite que esa persona pueda utilizar la lectura, escritura y el cálculo a favor de su propio desarrollo y el de la comunidad.
Según esta definición cuando hablamos de alfabetización estamos refiriéndonos a una competencia amplia que alcanza a través de la persona alfabetizada a la comunidad donde vive. Este es un criterio importante a tener en cuenta cuando se implementen los diferentes programas de alfabetización, una educación de adultos que desarrolle sus capacidades y responsa a todas sus necesidades.
Tal como dice el Informe del Seguimiento de Educación para Todos 2013-14 la alfabetización universal es fundamental para el progreso social y económico. Los niños adquieren mejor las competencias en lectura y escritura mediante una educación de buena calidad. Pocos países han podido establecer instituciones de educación de adultos sólidas que brinden verdaderas segundas oportunidades a la mayoría de los adultos analfabetos. Como consecuencia de esa situación, los países en los que la población ha tenido tradicionalmente un acceso reducido a la educación escolar no han podido, hasta ahora, erradicar el analfabetismo entre los jóvenes y los adultos.
En este Día Mundial de la Alfabetización queremos tener presente el Informe Social de Angola 2013, elaborado por la Universidad Católica de este país. En este informe, respecto a la educación se dice que la educación continua siendo una cuestión estratégica para el crecimiento económico-social. En verdad y rigor, cuanto mayores oportunidades de educación sean dadas a los ciudadanos existirá mayor posibilidad de que estos participen en la vida pública, económica, social y cultural del país y por consiguiente, en su desarrollo.
No es posible promover el desarrollo del país, asegurar la promoción social de los angolanos e integrar la globalización del desarrollo, obteniendo de este el mejor provecho, sin una fuerte inversión en la adquisición inicial y continua de conocimientos, capacidades técnicas y habilidades cognitivas de los ciudadanos.
En el marco de la implementación de políticas educativas, en 2013, fue formulado e implementado el Programa de Alfabetización y Aceleración Escolar (PAAE), así como creada la Comisión Nacional de Alfabetización, como mecanismo de articulación de los diferentes departamentos ministeriales y la sociedad civil que abordan el tema de la alfabetización.
La tasa de analfabetismo está calculada en cerca del 30% de la población angolana, que se estima en 21 millones de habitantes según las proyecciones del Instituto Nacional de Estadística, lo que quiere decir ceca de 6.3 millones de adultos. En Luanda fueron alfabetizadas 260.550 adultos (siendo 64,312 hombres e 196.238 mujeres). Hay una fuerte implicación de las mujeres, aunque aparentemente sean las mujeres las que más abandonan. En términos de rendimiento en la alfabetización se constata la prevalencia de las mujeres.