18 de Diciembre
En una época en la que hablamos de que todos habitamos en una casa común que es el mundo, resulta interesante constatar la existencia de tantas políticas, comportamientos y actitudes que están a la base de la exclusión. La ciudadanía universal aun se presenta para la humanidad como una utopía hacia la cual caminar, pero esto no nos desanima, pues como dice Eduardo Galiano, la utopía sirve para caminar.
Es un hecho que el flujo migratorio sigue creciendo en todo el mundo. Si bien la emigración del sur al norte es lo que más se presenta en los medios de comunicación, no es menos importante la emigración sur-sur, que en los últimos años ha crecido significativamente. Los motivos que explican esto son varios, entre ellos la crisis económica que viven los países del norte y la creciente economía de algunos países del sur.
Las causas de la emigración son diversas, entre ellas encontramos razones políticas, económicas, ambientales y culturales. Lamentablemente la respuesta que reciben los emigrantes no siempre son las mejores, así lo pone de manifiesto: la creciente creación de centros de internamiento para extranjeros que en muchos países poco se diferencia de verdaderas cárceles, o los muros-vallas que en diferentes puntos del planeta se levantan bajo el lema de proteger las fronteras.
Sin embargo también reconocemos como pequeños o grandes grupos ven y viven la emigración como una oportunidad para que la humanidad entera crezca en una convivencia intercultural, las iniciativas a favor de una ciudadanía universal no dejan de sorprendernos. La llamada a que la globalización no sólo sea de mercados sino que sea a favor de la humanidad está sonando como una música de fondo a través de voces diferentes.
Angola no es ajena a este fenómenos, en la actualidad se ha convertido en país de destino para muchos africanos del África subsahariana. Hoy nos resulta extraño ir por la calle y encontrarnos con gentes procedentes del Congo, Mali, Eritrea y otros tantos países. Creemos que esto es un reto para nuestro país, pues nos desafía a crear mecanismos que favorezcan al convivencia intercultural.