Al hablar de ayuda humanitaria está presente la idea de estar a referirnos a cualquier acción que contribuya de forma inmediata y eficaz para minimizar los efectos de las catástrofes naturales como de las poblaciones directamente afectadas.
La ayuda humanitaria dedica especial atención a las necesidades más inmediatas de las personas en situaciones de emergencia prestando socorro, ofreciendo abrigo, agua potable y saneamiento, proporcionado ayuda alimentaria y nutricional, salud y apoyo psicológico.
En este tiempo, marcado por un conjunto de conflictos armados en diferentes partes del mundo, así como por el aumento del número de catástrofes naturales y otras situaciones de violencia, la ayuda humanitaria se torna una tarea cada vez más necesaria y compleja visto que el número de personas que necesitan de ayudas tiende a aumentar.
Ahora bien, más que ayuda, es necesario que los movimientos internacionales y sus respectivos órganos presten mayor atención a las actividades de prevención con los Estados donde estos conflictos y catástrofes tienden a acontecer.
Hoy se habla de una Cooperación para el Desarrollo que se enmarca en un proceso en el cual las comunidades, familias y personas favorecidas por las ayudas, quedan fortalecidas y se benefician de vidas más productivas y, así menos vulnerables delante de los desastres.
En junio de 2016, durante la Sesión Anual del Consejo Ejecutivo del Programa Alimentar Mundial (PAM) en Roma, el Papa Francisco denunció la existencia de obstáculos burocráticos para la ayuda humanitaria. En aquel momento, el Sumo Pontífice dijo que “mientras las ayudas y los planos de desarrollo son obstruidas por intrincadas e incomprensibles decisiones políticas, por visiones ideológicas viciadas o por insuperables barreras aduaneras, las armas no lo son”.
La ayuda humanitaria en Angola se focaliza en la región sur del país donde los fenómenos de la desertificación y del hambre han sido una constante. Sobre este particular se destaca la acción de Caritas de Angola, órgano episcopal de la Conferencia de Obispos de Angola y Sao Tome que ha organizado campañas de recogida de bienes para aliviar tales situaciones.